miércoles, julio 06, 2005

sin título

Después de un largo rato de tener el cerebro tapado -¿razones? Realmente un misterio -hoy me siento de humor para escribir y no sé qué tan conveniente sea decir -o incluso pensar -tal cosa. ¿Es acaso el escribir una cosa de inspiración, de "cómo me sienta hoy"? Para mí, la respuesta es no. Así de simple. Sin embargo me enfrento a los hechos, a la experiencia sensible: "hoy me siento de humor para escribir". Qué contradictorio, pero me consuelo a mí mismo pensando que el ser humano es así, contradictorio.

Y bueno, hoy que me siento de humor para escribir, en realidad estoy usando la función más primitiva de la escritura, esta función básica y un poco tristemente denigrante de la escritura: la de vaciado de los sentimientos o de los pensamientos más bien dicho. Sí, en realidad no me interesa tanto lo que pueda decir lo que escribo o aquello que pueda entender aquel que llegue a leer esto, en verdad no y por lo regular estoy pensando siempre enq ue lo que escribo se entienda precisamente lo que quiero decir, pero hoy no, hoy símplemente estoy de humor para escribir y ya me di cuenta que no precisamente tengo el cerebro destapado, igual puede estar tapado -de hecho lo está -y he ahí un gravísimo problema, pienso: "¿qué tal que mucha gente que "escirbe" lo hace de la misma manera que lo hago yo ahora? Sin importarles lo que escriben, lo que se entiende de sus textos o incluso si en verdad están diciendo algo o símplemente vaciando sus sentimientos o, más bien dicho, sus pensamientos, sólo porque se sienten de humor para hacerlo." Supongo que eso en verdad pasa y es por eso que nos enfrentamos a textos inenteligibles que se refugian en el manifiesto de alguna "vanguardia" sacada del cesto de su ropa sucia. Ese es, creo, un gravísimo -¿ya lo dije? -problema de la literatura actual. Deberíamos recapacitar. ¡Pero qué digo yo! Si hoy sólo escribo porque me siento con ganas de hacerlo.

1 comentario:

Alberto Espejel Sánchez dijo...

la escritura es un compromiso, un pacto con la especie, una sociedad con el lenguaje

habrá quienes hagan con sus letras un papalote y quienes cuestionen qué quieren hacer con ellas (y fallen mientras escriben, y encuentren certezas mientras escriben)

pero detrás de todo esto creo que hay una especie de sitio donde nos encontramos . creo que eso no es tan malo, por más oscuro que resulte un texto algo hay ahí que nos liga a él, y eso no significa que nos "deba" gustar, mucho menos que no deba ser cuestionado, sólo que HOY ME SIENTO optimista y creo que conceptos com implosión, unidad, especie, libertad, son tan evidentes como las funcioones gástricas, como el color del grafito, como las intersecciones de Puebla