jueves, noviembre 13, 2008

Caray!

Estoy en una encrucijada, me gusta mucho hacer mis posts y tal, el problma es que tengo dos cuentas de Blogger, una la que tengo usando desde hace 4 años, que es con la que posteo siempre, pero que sólo uso para postear y tengo la otra, la de Gmail la que uso siempre, desde hace dos años, para todo 'lo oficial'. El problema es que me da tantísima hueva pasarme de una cuenta a otra cada vez que quier postear y no posteo porque me da hueva cambiarme de cuenta.

El otro día G. y yo intentamos asociar mi antigua cuent blogger a la de gmail, pero fue un fracaso, terminamos frustrados y no se logró nada. La tecnología nos mintió, porque dijo que se había podido y nada. Intenté ponerme como administrador invitado, pero no me mandó la confirmación, traté de importarlo entre cuentas y no funcionó tampoco.

Frustración!!

Les pido, amables lectores, que contesten la encuesta lo que ustedes opinen, haré

martes, octubre 21, 2008

¿Les pasa?

¿Les ha pasado que todo está como en un estado tan malo que en realidad pocas cosas se disfrutan? Por ejemplo, que la música no sólo del iPod, sino en general de la computadora, a pesar de que está ahí porque les gusta y saben que tienen buen gusto, de repente les cansa. O que prefieren estar baboseando frente a la tele en lugar de, no sé, escribir el post del día, o dormir en lugar de pensar en la estructura del siguiente capítulo o postergar ad infinitum algo que saben que tienen que hacer. ¿Les ha pasado que le pierden sabor a las cosas?

A mí me pasa... y no sé hacer, es como comer sin carne o ver la tele en blanco y negro, o jugar a las escondidas solito.

sábado, octubre 11, 2008

OCD

Ya saben cómo son las cosas, o por lo menos se dan una idea.

El caso es que cuando las canciones suenan y suenan, y cada vez que
suenan se hacen más bonitas...

Bat for lashes: Bat's mouth




lovely...


con este disco me pasa lo que ya no me había pasado, no sé qué canción me gusta más, cada vez que escucho una tengo que escucucharlo todo el disco...

Grandes esfuerzos

Puta! Qué terrible dolor de espalda tengo.

Resulta que como casi nunca suelo hacerlo (no por lo menos desde hace como 5 años) las últimas dos semanas me he tenido que levantar a las 7 de la mañana para bañarme y preparar café. Luego salir con una mochila a cuestas con un chingo de cosas, papeles, libros y demás artefactos; incluída comida y una botella de agua de dos litros (cuano llenas ¡cómo pesan las cabronas!).

Más que un deber con la sociedad, el reciente comportamiento ha sido auto impuesto, una especie de castigo por mi flojera crónica y por, como dijera mi madre, que el día me rinda. Me voy a la biblio, leo un rato, tomo notas, escribo otro tanto, salg a tomar café, desayuno algo y vuelvo a leer, tomar notas y escribir más; más o menos de nueve de la mañana a 2:30 3:00 pm. Luego me voy a trabajar y regreso a beber más café.

Creo que si no bebiera tanto como bebo de esa sustancia amarga, no podría haber sobrevivido estas dos semanas. A ver cómo me va en la que viene...

martes, octubre 07, 2008

Miren!!

Ejem...

hace como un año escuché que en algún lugar de esos muy ociosos del mundo, creo que en Inglaterra, ahí donde hay mucha, pero mucha gente ociososa (y que además se reúnen para dar rienda suelta a su ocio), se entregó el premio al "Mejor blog del año". Imagínense, hasta hubo una entrega oficial y toda la cosa.

La verdad me parece que si de verdad pudiera votar en algo así, votaría por este blog al cual llegué desde el blog de G.

Me he pasado un rato muy bueno leyendo sus posts y como dice él mismo en alguno de ellos:
"Creo febrilmente que entre bloggers debemos apoyarnos como fichas de dominó formando en hileras una hermosa -algo-

Yo empujo a alguien y alguien me empuja a mí y todos sacamos provecho de este lindo medio."


I agree...

Aquí el blog

http://no-estoy.blogspot.com/

sábado, octubre 04, 2008

Entre la risa e indignaión

Es gracioso cuando el statu quo en general se ve amenzado, cuando lo que se da por sentado, repentinamente, se mueve. Es más gracioso aún ver las caras de los que están montados en ese templete inamobible cuando sienten los estertores. ¡Qué gracioso! La cara de Felipe Calderón, me recuerda bastante a la de un bebé recién zurrado.




...lo que no me da nada de risa es lo que pasó con después.

A ver: ¿en qué año dicen que vivimos? ¿bajo qué regímen gubernamental se convive el estado mexicano? No puedo creer que discrecionalmente (aparte tontos los señores del estado mayor) abdujeran del templete de galardonados a este muchacho, premio nacional de la juventud, en su premio. Cara! No cabe la menor duda que si el país está mal como está, es por la falta de sentido común de estas castas gobernantes.

Otra cosa graciosa: justo cuando el presidente está dando un discurso sobre la libertad de expresión! Dios, si estás ahí, ayúdamen a contener la risa! Me río y me río mucho, porque afortunadamente no pasó a mayores, no lo desaparecioeron, aparentemente no lo golpearon, en fin. Seguro le dijeron de lo que se iba a morir, etc, etc. Pero qué tontería! Qué estupidez la de éste gobierno. Justo en la conmemoración de Tlatelolco! No puede ser, risa, indignación, vergüenza. Qué tontos!


http://www.eluniversal.com.mx/notas/543924.html

miércoles, septiembre 24, 2008

Pedazos de D


"(...) sabes lo que quiero y lo que no quiero. Bueno, lo supiste algún día y se te olvido, y qué bueno que se te olvidó porque ya no me gustan las mismas cosas. No te has enterado de lo que ha comenzado a gustarme, de lo que comencé a detestar."


¡Qué fuerte! En las discusiones de los bloggeros, siempre me he declarado fanático del blog "Hilo de sangre", aquí lo confirmo, aquí el post original.

http://hilodesangre.blogspot.com/2008/09/todo-comenz-en-sumer.html

vivencias cotidianas

A lo largo de la vida uno va haciendo cosas, conociendo gente, olvidando a otras tantas y; sin embargo, siempre hay algunas -cosas y personas -que merecen ser mencionadas aparte, que por alguna razón [algunas veces poco trascendental] se recordarán por más tiempo que otras. Hoy, hace unas horas, sucedió algo que, como dijera J. Luis: en su insignificancia, encerraba una gran verdad. Por lo menos me pareció en su momento, el espejo de una situación más general.

Samuel y un servidor, amable lector, veníamos de regreso a nuestras respectivas jaulas, perfectamente instalados en la Ruta 3 [Libertad - Zaragoza - Zavaleta], eran cerca de las diez de la noche, pasadas, para ser más específicos. El bus estaba atascado, toda clase de personas estábamos en él, como es común en esta ciudad cada vez más extraña, por decir lo menos: muchachas solitarias en faldas cortísimas, compañeros de trabajo que regresan después de una extenuante jornada, parejas felices, parejas enojadas, obreros solitarios que esconden la cara en el rincón más alejado de la vista de cualquiera para comenzar a platicar con el sueño, catrines trajeados haciendo gala de un perfecto engominado, corbata y camisas impecables y una serie de dispositivos electrónicos de comunicación como salidos de CSI: Miami; estudiantes somnolientos y, por supuesto, los borrachines. La escena que les relataré, atentos y comprensivos lectores, es protagonizada por estos últimos: los borrachines juveniles, despreocupados y bulliciosos. Samuel y yo veníamos hablando de s-e-n-d-o-s e importantes temas, cuando en el fondo del camión, breves momentos después de detenerse éste, se escuchó un golpe seco en el piso del automotor, como si alguien golpeara con la palma de la mano un costal de harina o de azúcar, o tal vez como los sonidos que se escucharon en la escena de Rocky, cuando el púgil entrena con las reses en canal en aquél gran y mítico congelador.
Inmediatamente, mi paranóico sentido de la autoconservación me hizo voltear a tratar de identificar lo que había causado el ruido, pero no puede ver nada, la amenaza no era evidente. Poco después de esto comentarios ofendidos y jocosos, asqueados y de reprobación comenzaron a escucharse: uno de los pre adolescentes, seguro experimentando sus primeros coqueteos de embriaguez, había "dejado un regalito" antes de salir del camión. Justo en la escalerilla de descenso había dejado sendo vomitón. Pude constatarlo cuando un desagradable e inconfundible olor inundó el ambiente. ¡Puaj! Mi primera reacción, entre indignación y risa, derivó finalmente en algo muy cercano a la nostalgia: ¿qué fue de aquellos momentos [si alguna vez existieron] de despreocupado desenfado?
T
odo fue pronto olvidado cuando el compañero del conductor con un poco de agua y mucho limpiador de pisos, de un solo movimiento, terminó con los olores y cualquier rastro del desaguisado.

"Qué tolerante es la gente en general ante estas circunstancias, porque uno nunca sabe cuándo será el que esté en esa circunstancia."
-S.E.M.

sábado, septiembre 13, 2008

Silenciosamente

Estábamos los tres ¿te acuerdas? Había un gato que estaba dando de vueltas a la mesa, tú estabas fumando, ella estaba leyendo una revista y yo estaba viendo al gato. Yo lo vi y les avisé. No me acuerdo siquiera qué habíamos estado haciendo toda la tarde, una de esas veces que nomás nos vemos por costumbre, llegamos al mismo lugar y hacemos los de siempre. Pero ese día había un gato, acuérdate, amarillento, con un collarcito café y una manchita blanca en la pata delantera. Marta le puso Garfield, porque tenía colores como los de Garfield.
Lo seguimos, jugamos a que éramos el club de la serpiente, el problema fue que los arrabales de París nunca se compararán a los de esta ciudad. Todo ha sido siempre más intenso aquí, más oloroso, más fuerte, más México.

Sí me acuerdo, pero hay pocas cosas de las que no me acuerdo, así que no es sorpresa, deja ya al gato en paz. Él tuvo la culpa, pero también la tuviste tú, por pendejo. Y la tuve yo y la tuvo Marta, carajo, siempre por pendejadas así terminamos mal.

En el fondo siempre quise ser como tú, siempre fuiste más, así, más cabrón, no sé cómo lo hacías, pero siempre pudiste ser más que yo. Creo que Marta te quería más a ti de lo que dijo que me quería a mí, lo suyo siempre fue más osado. La culpa la tuvo ella, nunca nos pudo separar, nunca nos quiso mezclar. Pinche Marta, se burló de los dos. Y ¿dónde está ahora? La muy cabrona se llevó al gato, al Garfield, seguro ya se lo tragó o lo aventó desde la ventana o lo quemó o lo sodomiza. Como hizo con nosotros. Nos tragó, nos uso, me violó y te tragó. ¿Sabes qué? La verdad es que no me arrepiento de absolutamente nada, creo que si pudiera hacerlo todo, lo haría todo exactamente igual, igual sería necio, igual me enamoraría de ustedes dos, igual les aguantaría sus terquedades. Todo igual. Igual les hubiera avisado del gato.

Después de eso, vi a Marta un par de veces, pero todo fue bien raro, como en Y tu mamá también, todo se volvió como en esa película mamona, todo se volvió mamón, como el final de esa película. ¿Por qué siempre me dejé llevar por sus pendejadas? ¿Cómo nos fuimos a enredar en eso? Pinche Marta.

¿Qué tal está?

Se casó, tiene un hijito, seguro es un junkie. Aunque ella lo dejó antes de embarazarse, seguro lo lleva en la sangre, pinche loca. No sé más, es lo último. Prefiero dejarlo así. Es lo último.

¿Y cómo se llama?


Ya deja al gato en paz. Déjanos en paz.