Imagínense alguna ilustración de cualquier cuento que comience: "era una noche fría, el viento era como cuchillos que pasaban rozando las carnes de las personas, los huesos de los ancianos anunciaban la crudeza del temporal..."
¿Ya?
Pues así es hoy noche en Puebla capital. Estoy muy contento, gracias a éste tipo de clima, la gente que usualmente hace ruidos por la noche, como organizar reuniones en los jardines contiguos y/o los perros inqiuetos y en brama, están todos calladitos, acurrucados en sus rincones, las personas abrazadas a sus almohadas y los perros mordiéndose las colas. Los únicos ruidos que se escuchan (y que me gustan) son los de los objetos azotándose con el poder de cada ráfaga, las ventanas tiritando y los cables chocando unos con otros.
Parece que al fin el cambio de año me hace justicia, tengo un clima que me agrada y me siento dispuesto a hacer lo que he dado en llamar 'mis asuntos'. Hoy, por fin, terminé de ver -por enésima vez -una de las grandes producciones del cine mundial Jesus of Nazareth, del no tan aclamado Franco Zefirelli. Seguramente muchos de ustedes, amables lectores, tiene referentes de esta película. Verán: hace tiempo, antes de que el inepto de Mel Gibson (?) decidiera desviar el sentido de la Pasión al mero espectáculo morboso provocador - de - miedo, el canal cinco de México pasaba esta súper producción (a la altura de Ben-Hur y The 10 Commandments) en dos fases: la primera era en la temporada navideña, la parte en la que obviamente se cuentan la anunciación, el censo, la natividad, la adoración de los magos, la huida a egipto y el regreso a Nazareth; la segunda parte del relato la pasaban en la semana santa, en esta, se terminaba el relato con: Juan el bautista, el bautismo, el inicio del ministerio y terminando con la pasión y resurrección. Ahora estoy recordando y dudando un poco talvez (mis lectores sabrán ayudarme) que tanto en navidad como semana santa, la pasaban completa en la forma de una mini serie, durante toda la semana. Estoy confundido ahora, creo que sólo lohacían en semana santa (lo de la mini serie) y en navidad sólo pasaban la primera parte. De cualquier manera era maravilloso sentarse a mirarla a las 10 de la noche.
Pues bien E. tuvo el buen tino de obsequiarme el DVD en navidad (será porque, sin proponérmelo, la bombardeé con que era tan buen peli) y esta semana la vi. Más allá de lo que trata la película a mí me traé a la memoria otros momentos, de más comodidad, de felicidad, de infancia al fin. La película, en resumen, tiene las características de una tragedia perfectamente construida, contada magistralmente y unas escenas que superan por mucho, a la mirada chauvinista del megalómano absurdo de Gibson (?).
La base de todo
Vendía alegrías
Hace 7 años.
1 comentario:
No fue bombaredeo, sino ganas de concer esa "tan buena peli" contigo. La verás de nuevo conmigo o tendras que presetarmela?
-E.
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