Con un infame dolor de cabeza comienza el día y con el mismo amenza con terminar. Y no es la primera, seguramente no la última vez, que sucede, otros días, por ejemplo, la luz de la mañana me lastima los ojos, la del medio día ni qué decir (hay veces que hago jueguitos en las calles del centro en los que camino pegado a la pared tocando con las puntas de los dedos el estuco que las recubre, cuento pasos y ando con los ojos cerrados). A veces, cuando me subo a la azotea para usmear a los gatos o ver alguna pequeña parte del volcán (la nueva casa del vecino estropeó la vista que tuve alguna vez) y por accidente veo el firmamento, aparecen lucesillas, que desaparecen y aparecen en otro lado. Algunas brillan, otras son negras, como cabellos recién cortados. Otra veces, las más terribles de todas, cuando estoy a punto de disfrutar de la mejor parte del día (el sueño) los oídos se me saturan, los ruidos pequeños resuenan como su salieran de un cuerno gigante (como el de Riohan), la sien derecha se me pone como hinchada, y sólo la presión fuerte puede aliviar un poco la incómoda sensación.
¿Serán síntomas de algo?
Vendía alegrías
Hace 7 años.
1 comentario:
Creo que esa migraña es síntoma de estrés, estrés y más estrés. Como me he quejado muchas veces contigo, bien sabes que padezco de algo similar últimamente...
El viernes voy con mi acupunturista de cabecera para que me deje la cabeza y la espalda agujereada, seguro me alivianará un bien, no quieres venir? Es excesivamente recomendable...
=D
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